Ahora que llega el verano quiero compartir con vosotros algunas medidas de seguridad que podéis tomar para disfrutar al máximo de la piscina o la playa sin preocupaciones.
- Compañía y comunicación: No hay nada mejor que disfrutar de buenos momentos rodeados de seres queridos. Aseguraos de estar siempre acompañados de alguien que conozca bien vuestra condición y pueda prestar apoyo en caso de necesidad.
- Protección solar: Utilizad protector solar de amplio espectro con un factor de protección alto y no olvidéis reaplicarlo cada dos horas, especialmente si estáis en contacto directo con el agua.
- Hidratación constante: Bebed agua regularmente para manteneros hidratados y evitar golpes de calor.
- Estar alerta: Siempre es importante estar atentos a nuestras señales corporales. Escuchad a vuestro cuerpo y si sentís fatiga, mareos o cualquier sensación similar a las crisis, salid del agua y descansad. Nunca ignoréis las señales que vuestro cuerpo os envía.
- Nadar acompañados: La natación es una actividad muy saludable, pero es imprescindible hacerlo en compañía de alguien que pueda ayudar si es necesario.
- Evitar la privación de sueño: La privación de sueño puede aumentar el riesgo de crisis, por lo que es fundamental mantener una rutina de sueño saludable.
- Equipo de seguridad: Utilizad chalecos salvavidas certificados o flotadores adecuados según vuestras necesidades y habilidades en el agua. Estos dispositivos pueden brindar una capa adicional de seguridad y tranquilidad durante vuestro tiempo en la piscina o la playa.
- Informar a los socorristas: Si estáis en una playa con servicio de socorristas, informadles acerca de vuestra epilepsia. Ellos estarán atentos y podrán brindar asistencia en caso de emergencia.