Una parte importante del resultado del tratamiento en pacientes con epilepsia va a depender del autocuidado, es decir, de cómo maneje el paciente ciertos aspectos de estilo de vida relacionados con su enfermedad.
El neurólogo puede dar recomendaciones y consejos, pero en último término tiene que ser el paciente el que se mentalice y los ponga en práctica, ya que mejorará mucho el control de sus crisis.
Me gustaría repasar algunas de estos aspectos con todos ustedes.
- Medicación. Es importante tomar la medicación indicada por el neurólogo sin olvidarse de ninguna toma. Algunas medicinas antiepilépticas se pueden tomar dos e incluso sólo una vez al día, lo que favorece que se cumpla bien el tratamiento. Si la medicina ha de tomarse tres veces al día porque su duración en la sangre es corta, se puede recurrir a “trucos” como las alarmas en el móvil para recordar la toma que se olvide con más frecuencia (en general, la del mediodía).
- Sueño. En general, sobre todo en ciertos tipos de epilepsia (epilepsias generalizadas), conviene dormir suficientes horas y hacerlo de forma regular a lo largo de la semana. Hay que intentar ir a la cama y levantarse más o menos a la misma hora cada día. Si el paciente es un estudiante, hay que decirle que no deje de dormir la noche antes de un examen. Respecto a las salidas nocturnas, es conveniente hacerlo con moderación, prolongar el sueño al día siguiente y nunca combinar el dormir poco con consumo elevado de alcohol.
- Estrés emocional. Muchos pacientes relacionan la presencia de crisis con el estrés a nivel laboral o personal. Es frecuente que este estrés vaya asociado a alteraciones del sueño, así que se juntan varios factores a la vez que pueden desencadenar crisis. Hay que intentar disminuir esa tensión emocional (tomarse las cosas con más tranquilidad), con un descanso adecuado, tiempo para realizar actividades placenteras y psicoterapia si es necesario.
- Alcohol. El alcohol potencia los efectos de los antiepilépticos (somnolencia, fatiga, etc) sobre el sistema nervioso central. Además, a dosis altas o cuando se trata de una bebida con una gradación elevada, aumenta las posibilidades de tener crisis. Puede consumirse una copa de vino o una cerveza ocasional.
- Cafeína. La cafeína a dosis elevadas puede desencadenar crisis, por lo tanto hay que moderar el consumo de café, coca cola, y té. No se deben consumir bebidas energéticas porque pueden provocar crisis.
- Dieta. En general, no se recomienda una dieta específica en pacientes con epilepsia. Sí se sabe que existen algunas dietas como la dieta cetogénica o la dieta de Atkins modificada, pobres en hidratos de carbono, que pueden disminuir las crisis en pacientes con epilepsia resistente. Esas dietas deben indicarse por el neurólogo y hacerse siempre con control médico adecuado.
- Sistemas de registro. Es importante llevar un registro adecuado de las crisis para tener una idea clara de la frecuencia con la que ocurren y después poder comentarlo con el neurólogo. Actualmente existen aplicaciones informáticas que se pueden descargar en móviles, tabletas, etc que ayudan a llevar un mejor control de las crisis y de la medicación, por ejemplo “my epilepsy diary”
En algunos pacientes las crisis las provocan específicamente ciertos factores: la luz parpadeante, ciertas actividades intelectuales, sonidos inesperados…., que los pacientes tienen que evitar en lo posible.
En resumen, los pacientes con epilepsia tienen que cuidarse. Vigilar todos estos factores puede mejorar el bienestar y hacer que se precise menor dosis de medicación.