Todavía llegan a mi consulta pacientes que creen (por haberlo leído o porque así se lo han dicho sus médicos) que no podrán quedarse embarazadas si tienen epilepsia y necesitan tomar medicación.
Afortunadamente, puedo decirles que eso no es cierto y que de hecho la mayoría de las pacientes con epilepsia van a tener embarazos, partos e hijos completamente normales.
Entonces…¿Qué hay que considerar cuando se trata a una mujer con epilepsia en edad de tener hijos?
- Hay que decirle a la paciente que los embarazos deben ser programados. Si se planifican, se puede ajustar la medicación para que en el momento de la concepción la paciente esté tomando la más conveniente y a la menor dosis posible.
- Sin embargo un porcentaje variable de los embarazos continúan siendo no planificados, a pesar de nuestros consejos. De forma que los neurólogos que tratamos epilepsia preferimos, si es posible, dar a nuestras pacientes jóvenes medicamentos que no produzcan malformaciones fetales. Por si acaso.
- Un trimestre antes de la concepción y a lo largo del embarazo es conveniente que la paciente tome ácido fólico, que puede disminir el riesgo de malformaciones fetales (sobre todo los defectos del tubo neural, como la espina bífida).
- No todos los antiepilépticos son iguales. Hay algunos que se deben evitar si es posible (o utilizar dosis mínimas) por asociarse a malformaciones fetales y alteraciones del desarrollo psicomotor del niño, como el ácido valproico, mientras que otros no producen malformaciones ni retraso.
- La dosis es importante. Dosis mayores se asocian a más malformaciones fetales y, en aquellos fármacos que las pueden producir, a mayores alteraciones cognitivas. Por eso es conveniente que la paciente tome la dosis mínima que pueda controlar sus crisis.
- Durante el embarazo la forma en que el cuerpo elimina los fármacos antiepilépticos cambia, a veces de forma radical, así que muchas veces hace falta ir modificando la dosis para que no se produzcan crisis inesperadas que pueden ser peligrosas para la madre y para el niño.
- Es necesaria una colaboración regular entre el ginecólogo experto y el neurólogo. Las visitas a ambos deben ser frecuentes y coordinadas.
- No está claro si existe un aumento de las complicaciones del parto (parto prematuro, bajo peso, etc) en mujeres que toman antiepilépticos respecto a las mujeres que no toman nada. De existir, ese aumento es pequeño.
- Con la mayoría de los medicamentos se puede dar el pecho al niño. Hay que vigilar que no se duerma demasiado (lo que podría indicar que le está pasando mucho fármaco en la leche materna) y que la madre no se canse en exceso y pueda tener crisis. Es muy importante la ayuda del padre.
- El neurólogo puede ofrecer a la madre información para mejorar su seguridad y la del recién nacido en los primeros meses de vida.