Sabemos que la epilepsia es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes, y que en nuestro medio la prevalencia de esta enfermedad se acerca al 1 por cien.
Recientemente y por un informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, se ha sabido que en este país hay actualmente más personas con epilepsia que nunca. Cerca de 3.4 millones de personas viven en Estados Unidos con crisis, incluyendo 470.000 niños. Esto supone un crecimiento notable respecto a datos del pasado. Uno de los principales retos de la epilepsia es que con frecuencia pasa desapercibida y no se diagnostica bien porque puede acompañarse de otros problemas médicos. Por eso los médicos y las autoridades sanitarias están de acuerdo en que hay que detectar y seguir mejor los casos.
El estudio más reciente que se ha hecho en España se llama Epiberia y lo lideró el doctor Pedro Serrano (Serrano-Castro et al, Scientific World Journal, 2015) . El objetivo era averiguar cuál es la proporción de personas que tienen epilepsia en España y para eso eligieron tres poblaciones diferentes: Almería, Zaragoza y Sevilla y realizaron un cuestionario telefónico validado previamente a más de 1700 personas. Los posibles diagnósticos se realizaron de acuerdo a la sociedad científica internacional más importante de epilepsia, la Liga Internacional (ILAE).
Llegaron a la conclusión de que a lo largo de su vida, casi 15 de cada 1000 personas van a tener epilepsia en algún momento. La cifra de pacientes con epilepsia activa fue menor, de 5.7 por cada 1000 personas. Curiosamente, se encontró un porcentaje elevado de personas con epilepsia inactiva que no tomaba tratamiento. Esto confirma datos que ya se conocían, que en algunas personas las crisis pueden desaparecer con el tiempo. No se encontraron claras diferencias dependiendo del sexo, edad o la región de las personas entrevistadas.
Este estudio nos ha proporcionado una estimación actual sobre la frecuencia de la epilepsia en la zona mediterránea y refuerza la noción de que se debe promover entre la población el conocimiento de los síntomas y cómo actuar en caso de una crisis.