El 24 de mayo ha sido escogido como Día Nacional de la Epilepsia. El objetivo de designar este día es tratar de concienciar a la población sobre esta enfermedad tan frecuente y sin embargo tan desconocida.
Los enfermos y los médicos que tratamos con esta enfermedad sabemos que sigue habiendo muchos prejuicios alrededor de la epilepsia. La única opción es que pacientes y neurólogos hablemos abiertamente sobre lo que supone tener la enfermedad para derribar barreras educativas, sociales y laborales. La mayoría de los pacientes con crisis controladas con medicación llevan una vida completamente normal, y eso incluye trabajar, cuidar de la familia, conducir y hacer deporte.
Respecto al 30% de los pacientes que no responden adecuadamente a las medicinas, hoy en día hay muchas más opciones que hace unos años para mejorar: están la cirugía, las dietas o la neuroestimulación. Y se sigue investigando en otras áreas. Pero igual o más importante que el control de las crisis es atender los problemas afectivos, psicológicos y laborales de los pacientes.
El 19 de mayo varios miembros de la SEEP (Sociedad Española de Epilepsia) nos reunimos en Madrid con pacientes y familiares procedentes de toda España para hablar de todos estos aspectos de la enfermedad. Se sentaron así las bases de lo que esperamos sea una colaboración que de muchos frutos para conseguir mejoras en la calidad de vida de nuestros enfermos.