Aproximadamente un tercio de las mujeres con epilepsia focal resistente tienen crisis más frecuentes en algún momento del ciclo menstrual, lo que se denomina “epilepsia catamenial”. Eso se debe a que las hormonas del ovario pueden tener actividad sobre las neuronas. Los estrógenos favorecen las crisis y la progesterona las inhibe, por lo que las variaciones en estas hormonas a lo largo del ciclo menstrual pueden producir cambios en las crisis.
Se diagnostica epilepsia catamenial en aquellas mujeres en las que la frecuencia de crisis se duplica en un periodo determinado del ciclo menstrual. Se han descrito tres patrones: aumento de las crisis durante la menstruación, durante la ovulación o durante la segunda mitad del ciclo menstrual.
Un estudio publicado recientemente ha analizado cómo se comportan las crisis durante el embarazo en pacientes con y sin epilepsia catamenial.
Los autores siguieron hasta el final del embarazo a 59 pacientes con epilepsia catamenial y a 215 pacientes con epilepsia no catamenial, y se analizó la frecuencia de crisis durante el embarazo comparándola con la frecuencia de crisis en los 9 meses previos. Casi el 80% de las pacientes con epilepsia catamenial frente al 22.3% de las pacientes con epilepsia no catamenial permanecieron sin crisis todo el embarazo. Una reducción en la frecuencia de crisis de más del 50% se vio en el 44% de pacientes con epilepsia catamenial y únicamente en el 6.5% de pacientes con epilepsia no catamenial.
Los autores concluyeron que tener epilepsia catamenial se asocia a una menor frecuencia de crisis durante el embarazo. La causa es probablemente la menor variación de hormonas y el aumento de los niveles circulantes de progresterona. Esta información puede ser útil para tratar a estas pacientes durante la gestación.