A los medicamentos utilizados para controlar las crisis antiepilépticas se les viene llamando desde hace años “fármacos antiepilépticos”; sin embargo, sabemos de ellos que no impiden que se desarrolle la epilepsia en alguien que tiene factores de riesgo, ni que tampoco modifican el curso natural de la enfermedad. En una palabra, no curan la epilepsia, sólo controlan sus síntomas (las crisis epilépticas). De la misma manera que hay medicamentos que sirven para parar la tos pero no curan la bronquitis que la provoca.
Por eso el dr Perucca y la dra French proponen en un reciente artículo 1 que se cambie la terminología para “llamar a las cosas por su nombre”.

Hay otros términos que se han usado y que tampoco son adecuados. Por ejemplo, fármacos anticonvulsivos, que es incorrecto porque no todas las crisis epilépticas consisten en una convulsión. O fármacos anticomiciales, que tiene una connotación negativa y estigmatizante para los pacientes. La raíz está en la palabra romana comitia (reunión de gente), y hace referencia a una antigua regla romana antigua: si alguien tenía una crisis durante la reunión, esta tenía que ser disuelta porque era una mala señal.
El término de medicinas anticrisis es más realista, porque no lleva a confusión, no implica que si se toman estas medicinas se pueda prevenir la epilepsia (por ejemplo tras una operación cerebral). También puede mejorar la comunicación con los pacientes. Las medicinas funcionarán sólo si se toman a intervalos regulares, sin olvidar ninguna toma. El hecho de que el paciente no tenga crisis no significa que la enfermedad esté curada, y por eso debe seguir tomando la medicación a menos que su médico le indique otra cosa.
Actualmente se está intentando desarrollar nuevos fármacos que sí tengan capacidad para modificar el curso de la enfermedad, o incluso ser curativos. Cuando estén disponibles en el mercado, habrá que diferenciarlos de los fármacos actuales. Esa es otra razón para cambiar los términos que usamos para referirnos a ellos.
En resumen, y por todas las razones anteriores , es muy probable que a partir de hora el término “fármaco antiepiléptico” sea reemplazado cada vez con más frecuencia por “fármaco anticrisis”.
1 Time to Start Calling Things by Their Own Names? The Case for Antiseizure Medicines. French JA, Perucca E. Epilepsy Curr. 2020 Mar;20(2):69-72