Se sabe que la epilepsia puede afectar a la fertilidad. Los problemas reproductivos y la infertilidad son más frecuentes en las mujeres con epilepsia que en la población general. El sistema que regula la reproducción (con hormonas segregadas por estructuras cerebrales como el hipotálamo y la hipófisis) puede afectarse negativamente por las descargas y las crisis epilépticas. Un tipo de epilepsia muy frecuente en la edad adulta, la epilepsia temporal, se asocia especialmente a este tipo de alteraciones.
En mujeres con epilepsia son frecuentes las irregularidades en la menstruación y los ciclos anovulatorios (ciclos menstruales en los que no se produce la ovulación y por lo tanto no se puede producir un embarazo).
El síndrome del ovario poliquístico, que puede producir una combinación variable de quistes ováricos, aumento de los andrógenos, exceso de vello, obesidad e infertilidad, también es frecuente en pacientes con epilepsia, sobre todo en epilepsias generalizadas.Todavía no se sabe con certeza si el síndrome se relaciona con este tipo de epilepsia, con el tratamiento con ácido valproico o con ambos.
Además del ácido valproico, otros fármacos utilizados para tratar la epilepsia (en concreto los fármacos inductores hepáticos como la carbamazepina) también pueden modificar las concentraciones de algunas hormonas sexuales, y por lo tanto alterar las funciones reproductivas.
La reproducción se ve afectada también por otros factores: hasta un tercio de los pacientes con epilepsia (hombres y mujeres) pueden tener disminución del deseo sexual. Influyen además factores sociales: puede haber miedo de rechazo debido a las crisis durante encuentros sociales o mientras se desarrolla una relación.
Aunque se han realizado más estudios sobre mujeres con epilepsia, en los últimos años también se ha prestado atención al tema de la fertilidad de los hombres con epilepsia.
Parece que la fertilidad está reducida, y que los motivos pueden ser similares a los ya citados para las mujeres: influencia de las descargas sobre el hipotálamo y la hipófisis y cambios en las hormonas producidos por los fármacos antiepilépticos. También influyen el estado de ánimo y la disfunción sexual, que puede deberse a múltiples factores.
Todas estas cuestiones deben discutirse con el epileptólogo, que puede decidir si el/la paciente precisan algún tipo de evaluación por especialistas en hormonas o en reproducción, además de ajustar convenientemente la medicación antiepiléptica.