La Organización Mundial de la Salud ha decidido poner de manifiesto la carga que supone la epilepsia en la salud mundial.
En la Asamblea 68 ha reconocido los siguientes hechos:
- La epilepsia es una de las enfermedades neurológicas serias más frecuentes, afectando globalmente a unos 50 millones de personas
- Las personas con epilepsia con frecuencia sufren discriminación por ideas equivocadas, ignorancia y actitudes negativas sobre la enfermedad. Por este motivo con frecuencia sufren problemas en la educación, el empleo, el matrimonio y la reproducción.
- La epilespia afecta a personas de todas las edades, géneros, razas y nivel de ingresos; sin embargo, las poblaciones pobres y aquellas que viven en países sin recursos sufren una carga todavía mayor, suponiendo una amenaza para la salud pública y el desarrollo social y económico.
- Existen grandes diferencias en cómo se trata la epilepsia en diferentes países, por ejemplo el número medio de neurólogos en países con pocos recursos es de 0.03 por cada 100000 habitantes. Con frecuencia además las medicinas antiepilépticas básicas no están disponibles.
- Sin embargo la mayoría de personas con epilepsia pueden quedarse sin crisis si se tratan apropiadamente con medicinas que son efectivas y tienen un coste reducido.
- Además, ciertas causas de epilepsia se pueden prevenir. Esta acción preventiva puede llevarse a cabo en el sector de la salud y en sectores fuera de la salud.
- La práctica en China y en otros países ha demostrado que las acciones coordinadas a nivel de país pueden ser muy efectivas para controlar la enfermedad y mejorar la calidad de vida de millones de personas con epilepsia con bajo coste.
- Se reconoce el gran progreso que se ha realizado recientemente en la tecnología para manejar la epilepsia, desde la investigación básica hasta el diagnóstico y el tratamiento.
- Las organizaciones gubernamentales internacionales y sociedades académicas han colaborado para mejorar el manejo de la epilepsia durante varias décadas y deben seguir haciéndolo.