Una de las complicaciones más serias de la epilepsia es la aparición de crisis encadenadas o estatus epilepticus (crisis entre las cuales el paciente no se recupera o crisis prolongadas que no ceden con medicación), porque pueden poner en peligro la vida del paciente. Por eso siempre es importante que haya investigación en este campo y que salgan al mercado nuevos fármacos que ayuden a controlar este tipo de crisis. Una de las condiciones necesarias es que se puedan dar por vía endovenosa, que es la que se utiliza en situaciones de emergencia.
Pues bien, el último de los fármacos comercializados en España para epilepsia, el brivaracetam (Briviact ®), puede ser útil en esta situación. Se trata de un medicamento que tiene un mecanismo de acción semejante al del levetiracetam (Keppra ®), se une a una vesícula que se llama SV2A pero de forma más potente, y penetra antes en el sistema nervioso.
Se acaba de publicar un artículo que recoge la experiencia de un centro en Austria (Kalss et al, Epilepsia, 2018) donde se administró brivaracetam a 7 pacientes con estatus epilepticus grave, tres de ellos en coma, en los que las medicinas previas no habían sido eficaces. Se observó mejoría inmediata en dos pacientes (29%). La dosis de carga que se utilizó con más frecuencia fue de 100 mg administrada a lo largo de 15 minutos, y se fue aumentando la dosis a 100 mg cada 12 horas. Los autores comunican que 86% de los pacientes mejoraron respecto al momento del ingreso en el hospital, y que no hubo efectos secundarios importantes. Sugieren que brivaracetam puede ser un medicamento útil y con un perfil de seguridad adecuado en el estatus epilepticus, y recomiendan realizar más estudios en este sentido.