A pesar de los avances en el tratamiento farmacológico, aproximadamente un tercio de los pacientes con epilepsia siguen teniendo crisis a pesar del uso de múltiples medicamentos antiepilépticos. En estos casos, la neuroestimulación puede ser una opción efectiva.
¿Qué es la Neuroestimulación?
La neuroestimulación es una técnica en la que se utilizan dispositivos médicos para aplicar estímulos eléctricos directamente al sistema nervioso con el fin de disminuir su actividad, que es excesiva. En el tratamiento de la epilepsia, la neuroestimulación se dirige hacia áreas específicas del cerebro para reducir o prevenir las convulsiones.
Tipos de Neuroestimulación para la Epilepsia
Existen varios tipos de dispositivos de neuroestimulación que se utilizan para el tratamiento de la epilepsia. Los más comunes son:
- Estimulación del Nervio Vago (ENV): En este procedimiento, un dispositivo se implanta en el cuello y se conecta al nervio vago, que es una vía importante de comunicación entre el cerebro y el cuerpo. La estimulación del nervio vago ayuda a reducir la frecuencia y la intensidad de las convulsiones al modular la actividad cerebral. También mejora el nivel de alerta y el ánimo de los pacientes.
- Estimulación del Núcleo Talámico Anterior (NTA): En esta técnica, se coloca un electrodo en el núcleo talámico anterior del cerebro. El dispositivo administra impulsos eléctricos para inhibir las descargas y disminuir las crisis.
- Otros: En casos concretos de epilepsia, se puede realizar estimulación directa de otras estructuras como el hipocampo, el núcleo centromediano (en caso de epilepsias generalizadas), etc.
Efectividad y Beneficios de la Neuroestimulación
Una de las ventajas clave de la neuroestimulación es que se puede ajustar dependiendo de la eficacia y de los efectos secundarios, y que se puede detener en caso de que sea necesario. Además, se ha mostrado en las diferentes técnicas de neuroestimulación que el beneficio mejora con el tiempo.