Un perro de ayuda a personas con epilepsia es el que ha sido entrenado (o ha aprendido) a responder a una crisis epiléptica. Funcionan de forma parecida a los perros entrenados para ayudar a personas con otro tipo de discapacidades.
Estos perros pueden realizar distintas tareas, incluyendo:
- ladrar durante las crisis para alertar a los cuidadores
- colocarse tumbados cerca de la persona que tiene la crisis para evitar que se lesione
- colocarse entre la persona que tiene la crisis y el suelo para evitar que se golpee al inicio de la crisis si se cae.
- activar algún dispositivo de aviso (por ejemplo un pedal conectado a una alarma)
Algunas personas distinguen entre los perros que ayudan cuando alguien tiene una crisis y los que parecen saber cuándo va a suceder o “predecir” la crisis. La Epilepsy Foundation de America recomienda ser prudente respecto a esto, la mayoría de la evidencia publicada son casos anecdóticos, aunque en un estudio de hace algunos años una minoría (10%) de los pacientes entrevistados afirmaron que sus perros parecían saber cuándo iban a tener una crisis.
Para conseguir un perro que ayude a una persona con epilepsia, hay que tener claro cuáles son los objetivos. Un entrenador puede trabajar con el paciente y su familia en las actividades que pueden ser más útiles para ese paciente en concreto. Sin embargo, como ya he mencionado, las cosas no están tan claras a la hora de entrenar perros para predecir crisis, ya que muchos pacientes que han pagado programas de entrenamiento caros han acabado decepcionados. Se necesita más investigación para saber con certeza lo que los perros pueden y no pueden hacer, si hay diferencias entre las diferentes razas, y cómo desarrollar mejor esta habilidad.