Este fin de semana he acudido a una reunión en Francia donde un grupo pequeño de expertos de todo el mundo hemos discutido sobre la utilización de productos derivados de la planta del cannabis para tratar crisis epilépticas, sobre todo en el contexto de epilepsias graves de la infancia.
Hemos revisado los distintos productos que existen en el mercado, sus enormes diferencias en cuanto a composición y las diferentes regulaciones en los diferentes países de la Unión Europea y de Estados Unidos. Un aspecto importante que no se conoce bien es que muchos aceites que se pueden comprar en Internet o libremente en algunos países llevan cantidades variables de THC (tetrahidrocannabinol), que es la sustancia responsable de los efectos psicotrópicos del cannabis (en concreto de la euforia y “subidón” que se asocia al consumo de este tipo de productos).
La FDA y suponemos que próximamente la Agencia Europea del Medicamento ha autorizado recientemente el Epidiolex, que es un concentrado al 98% de CBD (cannabidiol) extraído de la planta del cannabis y disuelto en aceite de sésamo. El proceso de cultivo de las plantas y su extracción se hacen de forma controlada lo que garantiza que el producto es homogéneo y carece de efectos psicotrópicos que serían perjudiciales en pacientes con epilepsia y además en el caso de los niños podrían perjudicar a su neurodesarrollo. Las indicaciones del Epidiolex serán las crisis asociadas a dos tipos de epilepsias graves de la infancia que luego continúan en la edad adulta, el síndrome de Dravet y el síndrome de Lennox. En estos síndromes ha mostrado mayor eficacia que el placebo para disminuir las crisis incluyendo crisis graves como las caídas en el síndrome de Lennox y las convulsiones en el síndrome de Dravet. Los pacientes pueden experimentar algunos efectos secundarios como fatiga, somnolencia, y problemas gastrointestinales como diarrea.
Esperamos que se adquieran más datos sobre eficacia y efectos adversos de este fármaco en otros tipos de epilepsia de niños y adultos.