Se acaba de celebrar en Marburgo el séptimo coloquio y curso internacional de epilepsia, dedicado en esta ocasión al uso diagnóstico y terapéutico de los electrodos invasivos intracraneales.
Cuando las crisis no responden a los fármacos antiepilépticos, el paciente puede ser candidato a cirugía de epilepsia. Para poder realizar la operación es imprescindible localizar con precisión la zona donde se inician las crisis. Si la zona no está bien localizada o está cerca de áreas cerebrales importantes (como la del lenguaje o la del movimiento), es preciso utilizar electrodos que se colocan encima o dentro del parénquima cerebral para registrar su actividad eléctrica y poder localizar así con seguridad el inicio de las crisis. Hay dos tipos de electrodos que se pueden usar, los electrodos subdurales y los electrodos de profundidad.
Durante el curso se han revisado las indicaciones de ambos tipos de electrodos; se han presentado también múltiples casos clínicos que ilustran cómo utilizar estos electrodos en un paciente concreto.
También se ha hablado de nuevas técnicas quirúrgicas menos invasivas que se están comenzando a utilizar para eliminar el “foco epiléptico” lesionando mínimamente el tejido de alrededor, como la termocoagulación, la ablación por láser y los ultrasonidos.
Como profesorado han participado neurólogos, neurocirujanos y radiólogos de programas punteros de epilepsia de toda Europa y Estados Unidos.
La doctora Carreño ha impartido una conferencia sobre semiología (síntomas) de crisis epilépticas, y la ha ilustrado con casos clínicos procedentes de su práctica clínica.