Por ejemplo, algunos fármacos como la carbamazepina, la fenitoína o el fenobarbital son inductores hepáticos potentes (aceleran el funcionamiento del hígado) y disminuyen los niveles en sangre de muchos otros medicamentos, por lo que habrá que aumentar la dosis de los mismos. En otras ocasiones la interacción ocurre al revés: por ejemplo los anticonceptivos orales (la píldora) disminuyen la concentración de lamotrigina en sangre, y tendremos que aumentar la dosis de esta.
Que no tienen interacciones medicamentosas y se pueden combinar sin problemas con otros fármacos.
Es decir, pueden producir crisis en pacientes predispuestos, por lo que es mejor evitarlos.